lunes, julio 02, 2007

SANTIAGO-TRAN-SEX-EXTREMO


Como de costumbre Humberto, parte temprano a su trabajo, lleva su colación y el sueño eterno de conocer aquella mujer, que dibuja en su mente en las horas de ocio. Su sueño, es descubrirla en el trayecto de la mañana o de la tarde, cuando cansado vuelve a casa, sin embargo, algo ha trastocado su obsesión, y claro el tiempo y el espacio que se guardaba para él, simplemente se había desplomado, ya no era placentero andar en el Metro, de pronto era una lucha a muerte el obtener un lugar y viajar cómodamente y llegar a su puesto de júnior y disfrutar mirando las bellezas que se cruzaban en cada una de las salidas que realizaba en los tramites bancarios que su función exigía. Sin embargo, aquel lunes 12 de marzo, algo diferente había en su ser, algo que no alcanzaba a comprender…………….tal vez un cosquilleo intra-abdominal…….desconocido…..silencioso…….placentero……que hacia que su alma……cantase como alondra……………..algo bueno…va a pasar……y con esa fe en su cabeza…….atravesó los umbrales….uno a uno………la puerta principal……la calle…….el metro…..la calle nuevamente …..etéreo……. difuminándose entre el smog y el hedor del gentío matutino, su instinto lo envolvía, su mente no dejaba de pensar que ahora sí iba a encontrar a esa mujer tanta veces soñada: Baja la escalera del Metro y el sopor lo envuelve nuevamente, sus sueños de aquella mujer y el calor del anden va generando una extraña mezcla que involuntariamente convergen en su sexo abultado dentro de su pantalón, saca su ticket y se acerca a esperar el carro que por una operación matemática personal siempre es el tercer carro. Pasan los segundos y se aglomera la gente ansiosa por tener un mejor lugar y subir, de pronto el carro y como ya venía siendo desde ese lunes 12 de marzo, una lata de sardinas, mas la presencia del carro, lo despierta y se apresta a subir a como de lugar. Se abren las puertas y bajan diez personas y treinta esperan subir. Humberto, hace caso omiso de esperar que bajen los que tienen que salir y se escabulle y logra un lugar relativamente cómodo, pero de pronto una masa humana sube y queda apretado en un metro cuadrado que solo en el subte puede sumar tal cantidad de gente, a la desesperación por la situación, pues por esas cosas de la vida delante suyo quedó una mujeraza, de aquellas que mezclan lo africano con occidente, notable no más, pero por culpa del Metro, Humberto no puede observar tremendo cuerpo de mujer, si no sentirla y ensamblar su cuerpo con cada una de esas curvas que se acoplan con su perfil. Inconscientemente, su mente se conecta con ese sentimiento de encontrar ahora por fin a la mujer de sus sueños, claro nunca pensó que iba ser mulata, mas las circunstancias lo tenían ahí, la que siempre soñé, se decía y su mente volaba y también la preocupación de cómo abordarla si su cara se perdía en el frondoso y motudo cabello de la mulata. Estaba en aquellas profundas reflexiones cuando siente como una ráfaga de aire frio que se cuela en sus oídos,....
Oye chico!! córrete mas p´ atrá que esta molestando!! ..Como que tu no te das cuenta, chico!!.
Humberto, ofendido, con su soliloquio destrozado, vuelto a la realidad y herido en su orgullo de macho, le enrostra con un dejo de prepotencia...que no se da cuenta que estamos en la hora peack del Metro Señora!! que no hay espacio?, a lo que la mulata con picardía contesta… ta bien mi vida, pero corre el peack para otro lado!!...

HOMBRENUEVO
SANTIAGO CHILE
http://www.loscuentos.net/cuentos/local/hombrenuevo/

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