domingo, mayo 06, 2007

LA AZOTEA


Y sentada en la azotea se quedó, mirando fijo al oriente, escuchando como se diluían los dos peces de hielo en aquel Whisky on the rock, los últimos acordes de Sabina se extinguen........ hacía frío, el viento golpea fuerte ahí arriba, no había luna, ni estrellas, ni sueños, ni ná, claro.........la vista aún estaba al oriente. La tristeza es una maraca cu.......(no no no no, eso es un poema de newen), es verdad, no te deja ver, ni oír, ni oler, más que en su dirección, la muy.........Un estornudo la remeció y la hizo volver la cara 45º a la izquierda, al norte.... (la primera coincidencia diría Milan), que extraño, llevaba ya varias horas pensando que estaba sola ahí. Aclaró un poco la voz, sin que aquella presencia lo advirtiera secó rapidito con la manga de la blusa sus ojos…Hola!- Hola………¿quién eres? Yo poh…- ¿poh? …Ajáaa, es que no te había visto. Jeee- ¿Quieres una nieve de limón? Quéeeeeeeeeeee?????- Este…………un helado de vainilla.. Aaaaaaaaah, bueno, pero prefiero de frutillas.- ¿Fruti quéeeeeee? Me gustan LOS TRES- a mí EL TRIEstos bototos café, son mi único tesoro material.- Quiero conocer Praga Defiendo los tildes a morir, aunque mi jefe dice que pasaron de moda.- Bukowsky, Kafka, Miller, Dostoiewski, Vasconcelos. Leo 100 años de redundancia- ¿sabes qué hacía Dalí para vender sus cuadros cuando nadie lo conocía? ¿sabías que mi cordillera es lo más bello del mundo?- 3 cajas con borradores, en el cuarto de triques. Los pájaros cantan en Pajarístico.- según el libro de Urantia …Que linda debe ser la casa azul de Frida.- Xóchitl significa flor en Náhuatl Mira…toi aquí….casi al frente de tu casa, con un sobre amarillo en la mano y un son habanero de fondo……¿me ves?- Cuanto puede sentirse en Diecisiete Segundos……te los regalo. Ay ay ay………parece que te quiero cuarenta.- Siento un cálido viento Austral…Y yo ñáñaras. Oye……¿cuánto tiempo llevamos platicando?- A ver… … … … …exactamente, dos años. Guaaaaaa!!!, ya no tengo frío, los bototos están más gastados, pero el día es luminoso, el lenguaje se ha mezclado, las intuiciones con cara de certezas se materializan. EY!!!!, PSSST!!!!!……...¿SERÁ QUE SE PUEDEN BAJAR DE UNA VEZ DE AHÍ?, MI HERMANO Y YO TENEMOS HAMBRE, LAS FAMILIAS NORMALES ALMUERZAN A ESTA HORA………SERÁ QUE PODEMOS POR UN DÍA EN LA VIDA……………Jajaja, órale chamaca, pos que ya me bajo, voy por tus chilaquiles, deja de reclamar………y baja la música, que tu hermano lee y ya sabes lo que le causa a tu má escuchar a Led a ese volumen. -------- o ---------"There's a lady who's sure all that glitters is goldAnd she's buying a stairway to heaven(And) when she gets there she knows if the stores are all closedWith a word she can get what she came for......"

La-negra-chilena
Santiago Chile
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EL HEROE

Una boina roja sobresaltaba patéticamente en su oscura cabeza, su mano derecha empuñaba una mágnum 357, mientras sus piernas desplazaban vertiginosamente sus miserables neuronas y sus indeseables vísceras a esconderse tras al paredón lateral del Puente Llaguno. A lo lejos, más allá o más acá creyó descifrar los lamentos de mujeres y hombres: ¡Han herido a Luis, creo que está muerto! ¡También Carmen está herida! ¡Dios mío qué horror tan grande sucede en mi patria, es el fruto del odio de una lucha fratricida de hermanos contra hermanos!. ¡Qué sarta de estupideces expresaban sus enemigos!... Ya su respiración, comenzaba a bajar a un ritmo medio; habían transcurrido apenas unos minutos de haber disparado desde arriba del puente a los manifestantes que esperanzados habían congestionado la avenida del fondo, pero que sólo lograron bombas lacrimógenas, confusión y sangre. Los proyectiles de su arma se habían agotado, pero no así su sed de embestir, atacar y exterminar, aquella manifestación de “escuálidos” inconformes, que jamás lograrían vencer a su presidente. En medio de su indescriptible estado emocional, oscuras ideas de grandeza se agolparon en su mente: “Yo no debería estar escondido, ¿por qué estoy detrás de este paredón? He hecho lo necesario para defender mi revolución, toda esta gente alocada e irrespetuosa con nuestro régimen, lleva la terrible intención de recuperar la antigua república democrática… ¡soy un héroe!, tal vez llegue a ser condecorado por mi actuación en este día.”Hurgó en sus bolsillos, con desespero, esperando encontrar un cigarrillo de aquellos efectivos que preparaba su compadre Leopoldo, para celebrar ese momento de extraña gloria interior y calmar el torrente sanguíneo que golpeteaba sus sienes, y sólo encontró su cédula de identidad… la observó fijamente, se había mojado con el ron de su botella quebrada por algún movimiento brusco… pudo palpar los restos del vidrio… estaba completamente destruida… aún logró leer el nombre de su convulsionada patria: República... Pero su propio nombre ya no se leía, el plástico estaba partido, quiso recordarlo rápidamente, pero éste, inexplicablemente, se había escapado de sus recuerdos de ese instante. ¿quién era, cómo se llamaba, en qué trabajaba?... De repente se repitieron en su cerebro algunas palabras que su hija le había dirigido en la mañana: Papi, papi, no olvides que mi cumpleaños será el 19 de abril… Y todo el interior del carnet estaba impregnado de un color púrpura que fluía y chorreaba… ¡sus manos estaban llenas de sangre!.Derecho de autoría en el Registro de la Producción Intelectual de la Dirección Nacional de Derecho de Autor (DNDA), adscrita al Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI).LOS HECHOS REALES, QUE SIRVIERON DE INSPIRACIÓN A ESTE CUENTOEnmarcado en fuertes protestas y una huelga general convocada por Fedecámaras, que duró más de tres días, el 11 de abril del 2002, el mando de la oposición venezolana, convocó a una marcha que fue desviada eventualmente hacia al Palacio de Gobierno ubicado en Miraflores (Caracas). Alrededor del mismo se habían congregado simpatizantes de Hugo Chávez, y cuando ambos bandos se encontraron, se produjeron enfrentamientos. Fueron desplegadas las fuerzas armadas contra el pueblo y la sangre se sembró en la patria. A través un vídeo tomado sobre tales hechos, se observan en el Puente Llaguno, varias personas civiles accionando armas de fuego, disparando a la manifestación de seres humanos que pasaba por debajo del pasadero. Hubo muchos muertos, fue una masacre. Estos criminales son los famosos "pistoleros de Puente Llaguno". Ante tan lamentables hechos, sobrevino en Venezuela un vacío de poder, originado por la renuncia de Chávez, de su vicepresidente Diosdado Cabello y por el desconocimiento de algunos militares. El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela dictó el veredicto de vacío de poder a lo sucedido el 11 de abril, sentencia anulada posteriormente, el 4 de abril con la reincorporación de Hugo Chávez. El video de Venevisión recibió de parte del Estado español el premio internacional de periodismo Rey de España. El gobierno, por su parte, posteriormente lo editó y manipuló los hechos desvirtuando la información para que fuera vista de manera distinta en el mundo entero. Estos asesinos fratricidas, han sido censurados por el pueblo, sin embargo, los entes oficiales del Gobierno de Venezuela los ha proclamado "héroes" que "defendían la revolución", de la masa popular que protestaba a Chávez, pacíficamente y sin armas.

OCURRIÓ EN SAN TELMO.


En el borde sutil de tus pestañas, dónde la mirada asoma incandescenteme atrapas y cuelgo indefensamente balanceándome al antojo de tus lágrimas.
· Niña, corra que ya viene el cortejo –
La voz quejumbrosa de la anciana Nana atravesó los largos pasillos que bordeaban el verde patio de la casona de San Telmo. La puerta de una de las habitaciones se abrió rápidamente dando paso a una joven envuelta en sedas con un velo de novia ocultando el rostro y un ramo de rosas sangrantes entre las níveas manos. Su figura alta y elegante se deslizó erguida y veloz por la galería, atrás corría una modista afanosa, tratando de dar el toque final a la larga cola del majestuoso traje. Del ángulo más dulce de tu bocarobo el néctar precioso de una lágrima te reconozco entre todas, la elegida la virgen pura que mi corazón ansía. Ahora soy sombra entre las sombras, pegado voy a tu figura, y en cada cosa que te nombra, nace y muere un mundo de ternuras.
Esta historia empezó con tres entierros y acabó con el mío cuando en el verano de 1900 la locura nos jugó una mala pasada, trayendo la muerte galopando el potro de los celos. Amor que engendra odio, odio que trae muerte. Amor enfermo. Ni tan cerca del amor ni tan lejos del odio, el color de tu piel entre mis manos se vuelve nácar y el rojo carmesí de tus labios entre mis labios, clama venganza.
- Niña, niña, que no se vista de novia para despedirlos, que todo ha sido fatalidad –
La Nana lloraba tras su pálida ama que gemía tránsida de dolor abrazada al primer ataúd que depositaron a sus pies. El de su novio, el hombre con el que iba a casarse ese mismo día. El cortejo silencioso depositó en el suelo, a un costado del féretro de su amor, dos más, el de su padre y el de su hermano. Todos habían muerto por defender su honor. Los hombres, enmudecidos por la impresión que tanta desgracia les producía, sólo atinaron a sacarse los sombreros en señal de respeto. Los féretros fueron destapados uno tras otro. La joven, como en sueños, depositó un tierno beso sobre la frente de su padre y su hermano y, sobre los labios de su amante dejó entre lágrimas, el más dulce y eterno beso, hasta caer muerta sobre su pecho. Cuentan que la joven murió en el beso, les aseguro que eso es verdad, porque el mío fue el cuarto entierro y desde entonces vago pidiendo que aquellos quienes nos sentenciaron paguen con sangre tanta maldad. La historia cuenta también, que al dar las doce de la noche del fatídico día, un hombre desesperado se arrojó al vacío desde la torre de la iglesia del viejo Barrio. Nadie acudió a su entierro, ni sus propios cómplices, quienes fueron muriendo misteriosamente acosados por el fantasma de sus crímenes.


Gmmagdalena.
Argentina.

LA ESPERA.


Me despierto sudando, la sensación de angustia hace que me cueste respirar. Vuelve a pasar, la misma pesadilla; aquella tarde mamá estaba en el baño cuando sonó el teléfono, descolgó y pronunció aquel nombre, terminó llorando porque siempre que hablaba con él lo hacía. Le pregunté si le dolía algo, me dijo que sólo había estornudado y por eso lagrimeaba, lo cierto es que no la vi estornudar. Me preparó la merienda, me vistió, alisó mi rubia melena y la recogió con un adorno. Después me besó la frente.
-Hoy conocerás a papá, viene en tren de ese viaje del que ya hemos hablado.
A media tarde llegamos a la estación, había mucha gente, el ruído de los trenes se mezclaba con el alboroto de pasajeros. Mami dobló un papel que puso en mi mano obligándome a cerrar el puño.
-Quédate aquí sentada, cielo, guarda bien la nota que tienes en la mano y no te acerques a las vías del tren, son muy peligrosas.
La seguí con la mirada durante un rato hasta que se mezcló con el bullicio y desapareció. Esa fue la última vez que vi a mi madre, a mi padre no llegué a conocerle. Me mantuve inmóvil como ella me había dicho, mirando absorta las vías del tren, hasta que un señor vestido de azul con gorra se me acercó e hizo muchas preguntas, no contesté. El abrió el puño que con tanta fuerza yo mantenía cerrado y leyó la nota, con voz penosa me preguntó si me gustaban las sirenas y yo asentí.
- Las haré sonar para ti- me dijo mientras subíamos al tren.
Me llevó a casa de mi abuela. Cuando me despierto con la pesadilla llamando a mamá, mi abuela viene a tranquilizarme, entonces le pregunto por mi madre, ella se enfada pero luego estira el ceño y me dice que duerma. Me besa y cuando cree que duermo, va por el pasillo entre sollozos murmurando algo sobre una tal lástima que no pensó más que en ella, entonces se acuerda de mamá y reza para que vuelva con nosotras.
Claraluz.

Islas Canarias, España.

http://www.loscuentos.net/cuentos/local/claraluz/

UNA VISITA INESPERADA

A las cuatro de la tarde abandono el trabajo agotado, destrozado, hecho polvo. He atendido ocho horas sin pausa y con paciencia las llamadas telefónicas de un motón de energúmenos histéricos. Camino hacia el metro bajo un cielo triste. Una palio gris cubre la ciudad que aguarda soñolienta la remota llegada de la primavera. Detesto viajar en metro. No soporto los rostros de la gente, esas miradas vacías, de derrota; y sin embargo agresivos, al acecho, irritados por las amenazas que supura el miedo. Viajo cinco estaciones y salgo aliviado de aquel sótano atestado de silencios y amargura. Ando presuroso el último trecho que me separa de mi casa, ansioso por irme a pasear con Cook, mi perro. Es lo único que me relaja después de tanto trabajo. Tengo ya las llaves en la mano cuando me doy cuenta de que la puerta de mi apartamento está entreabierta. Un sudor helado se desliza por mi frente de piedra. Tal vez ladrones pienso espantado y ruego que no le haya sucedido nada al perro. Sin saber aún que hacer escucho de pronto una voz melodiosa que me habla desde el otro lado de la puerta:
-- ¡Venga Eduardo, entra ! ¿ A qué esperas?-- y añade, -- Mira que el café se va a enfriar.
Abro la puerta despacio y voy hasta la cocina. Me encuentro con un hombre de edad indefinida, rubio, de ojos azules, bien parecido, vestido de un blanco luminoso que me sirve un café mientras con la otra mano le ofrece una galleta a mi perro, que de contento no para de mover la cola. Me pone un taza entre las manos que yo acepto todavía con la boca abierta.
-- Ten ¿ Pero qué haces ahí parado? Anda, vete al salón que está esperando el otro pesado.
-- ¿ Qué otro...? -- logro balbucear.
Recostado en el sofá mirando la televisión, mi televisión, está sentado un tipo de aspecto siniestro, alto, delgado, con un pullover negro de cuello alto, de aspecto triste que cambia aburrido de canales. Este segundo personaje me dirige la palabra sin dignarse a echarme una ojeada:
-- Ven Eduardo, siéntate. Obedezco. A continuación aparece el rubio con mi perro trotando detrás suyo y se sienta a mí lado. Yo me achico empotrado ente los dos.
-- Qué tristeza, sólo miseria y dolor en este mundo -- exclama afligido el personaje sombrío que sólo muestra interés por las noticias más lúgubres.
-- Venga, venga. No seas aguafiestas. Si la gente no se desmadrase nos quedaríamos sin trabajo -- responde chistoso el rubio.--
El otro le lanza una mirada furibunda que sólo escupe reproche. No dejan de observarse. Es un duelo. Miden fuerzas, hasta que por fin ambos centran su atención en mi persona. El uno con la mirada clara, transparente, entre amable y burlón. El otro, profundo, con aquellos ojos oscuros que brillan como dos ascuas de fuego negro. A estas alturas ya no me extraña haberme encontrado con dos desconocidos en mi casa. Tampoco me maravillo de que Dios y el Diablo hayan tenido tan grata ocurrencia, como si se tratase de la visita inesperada de dos viejos amigos. Lo único que aún me sorprende es que no pueda distinguirlos. No sabría decir quién es el uno y quién es el otro.



Churruka


Barcelona España/Alemania


ESTELA VESTIDA DE AZUL...


Llego a clase por las mañanas y ya está en su sitio: Estela vestida de azul...
Distingo su silueta, le sonrío, aunque ella nunca se fija en mí y ni siquiera me observa. Me siento justo tras ella, aspiro su fragante perfume mientras adivino su perfil fino y ajustado dentro de su prenda.
A veces, alargo una mano y con disimulo rozo su espalda durante breves instantes, ella no se da cuenta, y mi materia se estremece del placer. La profesora nos invita a leer ciertas veces en alto párrafos de Cervantes, y otras de García Lorca. Interpretados por la tenue, inaccesible voz de Estela, los versos del poeta asesinado apenas suenan audibles, pero no son sólo hermosos, sino intensos, y exhalan esencias a libertad y a promesa.
A Estela se le cae un objeto del pupitre: un lápiz, el bolígrafo, el sacapuntas; yo acudo a recogérselo y se lo deposito de nuevo en su lugar. Suelo hacerlo antes que ella se aperciba, pues no merezco que me dé las gracias ya que para mí tenerla ahí, tan cerca de mi existencia, ya es un enorme regalo.
Vuelvo los atardeceres y ya está en su sitio: Estela vestida de azul…
Admiro su difusa figura y sonrío… De improviso abandona su aspecto de sombra absorbida en la opacidad, parece advertirme, y sonríe también. Es en ese momento cuando en mi percepción sus contornos cobran vida; sus ojos se tornan de diáfano cristal azulado; sus labios palpitan como anémonas carnosas y sonrosadas; sus mejillas se impregnan de escarlata, sus manos pálidas, suaves, recorridas por arterias azulinas que discurren cual frágiles ríos sinuosos, se alargan en un intento de tocarme y entonces la veo como siempre la sueño: "Estela vestida de azul." Y nos falta un “tris” para encontrarnos. Sé que la amo y ella también a mí. La imagino tan bella… Todo en ella me impresiona. La deseo, quiero besarla, sé que no hay nada en el mundo igual a un beso suyo. ¡Y ella está delante de mí!: Estela vestida de azul…
La profesora deposita el libro sobre la mesa sin hacer ruido; porque en mi vida no existe el sonido y el mundo puede ser un lugar muy silencioso. Pero hoy mi corazón está alegre y canta muy alto, lástima que ni ella ni nadie puedan oírlo. Nosotros lo palpamos, lo abrimos, colocamos los dedos sobre las páginas en relieve de Braille y comenzamos a descubrir los fascinantes conceptos de Neruda.
Mientras, ante mí, no ceso de entrever admirado el radiante “halo” que exhala el contorno de Estela vestida de azul…
Dedicado a los invidentes y sordomudos de este mundo. Quienes pese a sus carencias y precisamente debido a ellas, alcanzan límites de sensibilidad que nosotros nunca podremos inventar o tan siquiera imaginar…

Josef

Madrid, España.