La botella azul con los fulgores del sol cambiaba de color.
El gato la olisqueó cauteloso y un aroma dispersó por la nariz.
Con la zarpa la frotó.
Percibió un deseo escondido.
Decidió asomarse a la boca del recipiente.
Vio su nacimiento, y la destrucción de sus seis vidas; angustiado quiso desviar la mirada, mas, un tranquilizador coro lo relajó hasta el sueño.
Cuando despertó era un capullo y sobre él las arañas cantaban y tejían.
La botella era un sol negro.
Sendero
MEXICO
1 comentario:
Publicar un comentario